Querido amor:
Llego el día de despedirse, ¿Cómo se despide uno sin querer despedirse? Se
siente como hacer algo que no deseas porque no quieres la despedida como tal. Pero el vuelo
sale pronto. Como será volar tanto tiempo me pregunto yo, ¿tienes miedo? Sabes una vez yo
tome un avión solo por dos horas para ir a un concierto en otra ciudad y fue fantástico.
Me hubiese gustado acompañarte en esta travesía que emprendes, me hubiese gustado seguir
viviendo a tu lado como lo hacíamos. Que lindas películas hemos visto en mi cama.
Encontrar el amor en tiempos de cólera ha sido lo más hermoso que me ha pasado en años, la
gente moría en el mundo y nosotros vivíamos cada vez más. Que epifanía.
¿Te acuerdas que una vez leí que los grandes amores, esos que duran mucho, no empiezan de
la mejor manera y sus diferencias los hacen más unidos y fuertes?
Se hicieron las diez y con mis últimas monedas de cien pesos imprimiré esta carta para ti o
mejor la hare a la antigua, la hare de puño y letra. Si fueran los años sesenta seguramente
estaría con ella en mis manos en la estación del tren buscándote para dártela segundos antes
que te vayas para siempre. Como el mensaje que envió Anne Shirley Cuthbert a Gilbert
Blythe y nunca llegaba hasta que el amor los unió antes que el partiera. Qué manera de
llorar con aquella historia.
Creo que estamos obligados a tomarnos un tiempo mientras tu viaje dure.
Si algún día nos encontramos de nuevo llévame contigo, no me dejes por favor. Yo no te
dejare.
Me quedo con tu hermosa sonrisa y tu testarudez simpática. Me quedo con las peleas
peleadas y arregladas. Me quedo con las jugadas de cartas gastadas, con las fotos que
guardamos, con tu imagen del computador sobre tu pecho mientras trabajabas desde la
cama. Me quedo contigo, aunque no me quede con nada cuando te vayas.
Diez meses o dos años quizás no sean nada en comparación a los años que quiero vivir
contigo, cuídate. No me olvides. Vive todas las experiencias que necesites, llámame,
aunque haya cinco horas de diferencia entre los dos continentes. Nos ira bien a los dos y
cuando desmaye la tarde y las violetas iluminen el mar estarás ahí para mí siempre.
Si tienes una cita en algún bar de Madrid y hay karaoke por favor no cantes que lo
espantaras. Siempre serás el mejor.
Me haces sentir tan sutil cuando quiero ser malo, me haces sentir tan fácil cuando me
pongo difícil que tu amor me atraviesa aun siendo yo el peor.
Eres maravilloso, tu lenguaje cuando estamos juntos es de miradas y ya sabemos todo.
Perdón por la gotera que cae sobre estas líneas, es que quiero llorar un rato.
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