14 marzo 2017

LA ANSIEDAD (CAP 34)


Según una fuente, la ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es una respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos que pueden ser externos o internos, tales como pensamientos, ideas, imágenes, etc. , que son percibidos por el individuo como amenazantes y/o peligrosos, y se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos de tensión. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.

Exactamente eso es lo que siento y he padecido en estos días y en un periodo más extenso. Peligro inminente, estar preparado para lo que puede suceder, pero por que pensar en lo que vendrá y no disfrutar y pensar en el presente. Precisamente la ansiedad es eso, no poder disfrutar del momento por especular a futuro. Futuro puede ser luego, en veinte minutos.

Vivir en alerta, sudado de manos, queriendo que sean las diecinueve horas siendo las once, no es sano. Dormitando y no durmiendo, pensando como procederé, como concebiré el amor. Organizando mi día desde la mente, dejándome un momento para pensar en vos siempre, o en mí. Ansioso por que al despertar recordé haber soñado con el peligro de no tenerte más. Trabajo duro todos los días para no cometer errores que me alejen de tus manos tibias de amor, de tus caricias de melocotón. ¿Qué peligro corro esta vez? Quizás el de vivir enamorado. ¿Por qué? Porque nunca me sentí así.

Corro amedrentado por la edad, sin dejarme saborear como helado de fresas, cuando no lo tengo lo quiero y cuando lo tengo me acobija el miedo y así. Estaba acobijado demasiado, lo note cuando costaba un poco respirar, me resbalé sobre los hilos y vi la luz, me solté de la presión y vi partículas de polvillo reposar sobre reflejos que entraban sumisos y con permiso desde la persiana agujereada.  Aquí estoy superando con suplementos la tensión y solo tu abrazo podrá salvarme porque si hay algo que salva, es el amor sobre mí. Entonces es ahí donde la ducha fría me relaja y mis manos sin sudor preparadas para las caricias que vendrán esta noche antes de dormir. Transformo mis señales de alerta y me dejo vivir ahora, aunque sea una hora.

No soy perfecto y no sufro por eso, estoy en modo ingenuo, en modo sorpresa. En modo lo quiero todo pero con vos. En modo el amor transforma los miedos, estoy en modo; estoy en eso. Estoy en modo; lo hagamos juntos. Calmemos esta ansiedad.


Vivimos en un mundo agresivo, intolerante, consumista, presumista, amarillista, vivimos en un mundo donde estamos todos pero solo quiero que estés vos. No quiero sumarme miedos y tensiones ajenas. Alejándome de quien quiera. Colando semillas del perdón, cerrando mi portón, viajando a Plutón. ¿vamos? 

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