15 julio 2022

EL REINCIDENTE

 si no pregunto me quemo

si me quemo no entiendo

porque uds se miran asi en mi presencia

no entiendo porque a uds el abrazo les dura mas


si no pregunto mi camino se pierde

si no pregunto no hay whisky que responda

no hay pastilla que no alucine

no entiendo porque uds sonrien complice y yo estoy ahi

me siento estupido, comiendo animales en navidad

diganme si hay algo que yo no se

hablemos los tres a la vez

el que habla primero pierde


odio las princesas

los bestidos caros y su cara maquillada

la abrazaste por la mañana?

no es la misma persona

te gusta emily rose?

odio cuando susurra como tonta

hay algo que yo no se?

hey!


si no pregunto me quemo

y aca pa cremar estoy

cuentale al lobo y me voy 

el saber tiene devolucion 

23 agosto 2021

Pensamientos

 

Después de otro trago estaré mejor

Estoy seguro

Después de un par de copas me siento bien

Doy fe

Después de hablarle a mis amigos de ti en la reunión me pongo mejor

Lo se

Cuando estoy ido atajo mejor

Manejo mejor mis sentidos y late más lento el corazón

 

Cuando yo hablo no hablo de los dos

No hablo de tu y yo

No creas que todas mis canciones son la dedicación a tu persona ni con razón

Después de tus doce copas no llames al oír mi canción

Olvidarás todo lo sufrido conmigo al despertar con razón

Que intenso esto del alcohol y el dolor

 

Después del mensaje estaré mejor

Estoy seguro

Después de tu llamada me sentiré peor

Doy fe, aunque cuando despierte me arrepienta

De eso estoy inseguro

 

Sé que iras a vivir cruzando el océano

Hay algo allá que te llama y se llama sobrevivir

También yo a veces tengo ganas de huir

Soy una palmera

Vivo tiempos de palmeras

Resisten todo, violentos vientos pasando

Tormentas arrasando y sus hojas revoloteando

Saliendo el sol las palmeras brillando

27 agosto 2018

HOMBRE GRANDE


Hombre grande, que eras apuesto, soberbio
Ojos claros que traspasa el alma
Ojos que miran por que ver vemos todos
Vos, hombre que busca uvas en una parra prohibida
Podrida
Estoy revoloteando sobre la sombra de un cuerpo
No distingo que es, parece humano. El sol me pega de frente y no me deja ver.
Hold men, porque esperas el tren y nunca lo tomas? Tienes miedo a viajar solo? Súbete, puedes detener el viaje o bajarte de el
Quiero seguir el viaje por favor
Donde esta mamá? Su familia murió señor.
Amen, hey men, hey
Ya me he sentido abandonado antes, iclusive antes de morir
Donde es el camino del infierno?
Ud ya esta aquí
Empece a correr hasta que mis pies se adormecieron y el temblequeo me afecto, moria de sed angustiante
Camine, trote, salte, Stone cold
Reaparecieron tres hombres que quieren volver a  mi lado
Para cada uno tengo algo que decir
Primero yo
Primero yo
Primero yo
Quiero una boda e hijos jugando en el jardín
Porque si hay algo que me enseñaron es que la familia es lo mas importante, quiero la mia.
Quiero que seas honesto
Hoy me visitaron tres hombres
Tengo que elegir
Primero yo
No quiero pasar mis dias solo hablándoles como un hombre grande a los animales de la casa. Quiero hold men que seamos los dos locos hablándoles a nuestros hijos en nuestra casa.
No quiero correr, quiero caminar
Yo tuve la gloria, tuve el poder, el dinero todo
No tuve nada y después tuve oro
Hombre nunca es tarde para volver a ser hombre
Llevo mi teléfono mientras como
Llevo mi teléfono mientras bailo
Llevo mi teléfono mientras lloro
Llevo mi teléfono mientras duermo
Entonces si no respondo tus llamadas es por que no me interesas, ni tu, ni los otros dos hombres.
Van y vienen como los aviones, siempre la misma ruta
No como las aves
Quiero una boda con un caballito de mar y morir desangrado en altamar. Desmaya la tarde en las violetas del mar.

21 mayo 2018

VIVO PERO VENCIDO (CAP 35)


¿Alguna vez pensaste que habías perdido el tiempo en algo o con alguien? ¿Alguna vez piensas? O solo actúas, vives, respiras y ya.
Estoy flotando, tomado de mi vaso caído y recostado sobre alas y la botella media vacía que nada sale de ella porque no me dará más de beber.

Estoy destruido pero creo saber recomponerme  después de todo esto es una batalla más, un hombre no participa solo en una pelea, si no en varias. Si no, no es caballero y la espada, su propia espada debe degollarlo.
Estoy desarmado como si el rompecabezas enorme viniese sin armar y sin replica fotográfica de lo que va. ¿Entonces como sabes por dónde empezar?
Después de otro trago estaré mejor, dame mi pastilla para dormir como la bella durmiente, poseída y envenenada esperando al lobo que nunca vendrá a despertarla, sigue flotando por la casa, ahora en el hall abriendo la puerta de la calle, sigue por la calle, por encima de los autos y el viento le lleva por donde tenga ganas de soplar.

Estoy vivo y yo decido si quiero estar dormido. Voy sobre el techo del aquel auto azul y entrare al volante, al mando comandante.
Te creías importante intentando tirarte del balcón, llorando hasta las once en la habitación como un bebé de pecho. Manipulabas mis manos y mis palabras. Ahora manejo yo.
Me voy, estaré mejor sin ti, sin mí junto a ti porque conmigo ya es suficiente. No acarreo carretillas de otros obreros ni termino trabajos de otros arquitectos.
La música suena lento y lento voy bien. Sin beber voy mejor. Entonces ya no estoy loco por ti. Sabrá disculparme estimado.

14 marzo 2017

LA ANSIEDAD (CAP 34)


Según una fuente, la ansiedad (del latín anxietas, 'angustia, aflicción') es una respuesta de anticipación involuntaria del organismo frente a estímulos que pueden ser externos o internos, tales como pensamientos, ideas, imágenes, etc. , que son percibidos por el individuo como amenazantes y/o peligrosos, y se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos de tensión. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.

Exactamente eso es lo que siento y he padecido en estos días y en un periodo más extenso. Peligro inminente, estar preparado para lo que puede suceder, pero por que pensar en lo que vendrá y no disfrutar y pensar en el presente. Precisamente la ansiedad es eso, no poder disfrutar del momento por especular a futuro. Futuro puede ser luego, en veinte minutos.

Vivir en alerta, sudado de manos, queriendo que sean las diecinueve horas siendo las once, no es sano. Dormitando y no durmiendo, pensando como procederé, como concebiré el amor. Organizando mi día desde la mente, dejándome un momento para pensar en vos siempre, o en mí. Ansioso por que al despertar recordé haber soñado con el peligro de no tenerte más. Trabajo duro todos los días para no cometer errores que me alejen de tus manos tibias de amor, de tus caricias de melocotón. ¿Qué peligro corro esta vez? Quizás el de vivir enamorado. ¿Por qué? Porque nunca me sentí así.

Corro amedrentado por la edad, sin dejarme saborear como helado de fresas, cuando no lo tengo lo quiero y cuando lo tengo me acobija el miedo y así. Estaba acobijado demasiado, lo note cuando costaba un poco respirar, me resbalé sobre los hilos y vi la luz, me solté de la presión y vi partículas de polvillo reposar sobre reflejos que entraban sumisos y con permiso desde la persiana agujereada.  Aquí estoy superando con suplementos la tensión y solo tu abrazo podrá salvarme porque si hay algo que salva, es el amor sobre mí. Entonces es ahí donde la ducha fría me relaja y mis manos sin sudor preparadas para las caricias que vendrán esta noche antes de dormir. Transformo mis señales de alerta y me dejo vivir ahora, aunque sea una hora.

No soy perfecto y no sufro por eso, estoy en modo ingenuo, en modo sorpresa. En modo lo quiero todo pero con vos. En modo el amor transforma los miedos, estoy en modo; estoy en eso. Estoy en modo; lo hagamos juntos. Calmemos esta ansiedad.


Vivimos en un mundo agresivo, intolerante, consumista, presumista, amarillista, vivimos en un mundo donde estamos todos pero solo quiero que estés vos. No quiero sumarme miedos y tensiones ajenas. Alejándome de quien quiera. Colando semillas del perdón, cerrando mi portón, viajando a Plutón. ¿vamos? 

17 noviembre 2016

EN LINEA (CAP 33)


Te con canela, cinco de la tarde, dos nubes bloquean el sol que esta fuera de control. Así se siente mejor todo. Espalda apoyada sobre el respaldar del aire, silla que chilla por doquier y yo que reniego con mi somier.
Me dijo que no se sentía bien para entablar una relación, que lo presionaba como tapa de olla sin respiradero. Que quería estar conmigo pero cuando este mejor, que no sabía cuándo. Pero ese cuando era nunca. Nunca porque aún no podía olvidarse de otro amor. Decía un sinfín de otras cosas pero mis ojos resaltaban o leían por mí solo aquello que decía que no. No esto, no lo otro, y no. En ese instante empezó a chaparrear un poco y luego con intensidad. Es como si el ambiente se hubiese puesto ideal para chaparrear por los ojos mientras leía por décima vez que no. Que yo le gustaba, que era bueno pero que no. Menos mal que no soy malo, si no, no sabría que me diría además que no. Entonces debería ser malo para probar, quizás así funciona, me dije.
La semana ha sido terrible. Aun llueve y duele demasiado pero entre que lloro y termino mi te pienso en que debería empezar a ser malo. Al menos en el amor, en la vida me comportare como siempre, malo también.
No os cuento esto para que me entendáis si no para que sepáis que haciendo las cosas bien también se puede ir todo al carajo.
Me descargue dos Apps para encontrar gente. Porque a mí el cuento de que no se busca si no se encuentra o te llega lo uso de papel para levantar caca del arenero de Rima, mi gata. Yo claro que busco, en la facultad, en la pista, de día, de noche, por apps, por las redes, tiro indirectas y directas, voy y vengo al grano y aun así naranja, fanta, mirinda manzana.
Solo no se vivir, vivir sé muy bien que no es lo mismo. Y ya está, es así y vivo con eso. Estimo que más de uno debe estar pasándola mal y buscando lo mismo que yo, deseando que las cosas cambien. Mudarse de país, vivir en otra provincia. Intentar algo diferente, buscar gente de afuera. Encender la apps cuando estés bien lejos de casa para ver que otro ser está en línea, uno que no conozcas y jamás hayas visto. Hablarle, decirle hola. Como como el pescador tira su carnada desde su caña con su reel poderoso, minutos la boya se hunde o empieza a moverse de lugar. Eso moverse de lugar, quiero moverme de lugar. El pez quizás muerda la carnada y huya o muerda y se quede. Pero que muerda, joder.

Objeto de deseo sexual, tengo panza y por las mañanas soy horrible. Buscan solo sexo y les encanta tenerlo claro, ¿cómo se hace tener claro algo y no engancharse? ¿Y si el sexo es bueno y luego se encuentran seguido y uno de los que quería relaciones se engancha? Aun sabiendo que el otro dijo solo sexo. Ahí está la cuestión, es como cuando pienso en las veces que me han ofrecido hacer un trio. Si no puedo con uno no puedo con dos, imagínate. O peor, si se gustan entre ellos y quedas colgado. Mejor déjame solo. Preferible malo conocido que bueno por conocer. Mientras tanto me quiero, me amo, me adulo y sigo buscando y esperando. Ese día lo sabrán todos y les llegara la invitación de mi boda. Porque si de algo estoy muy seguro es que me voy a casar y tendré hijos, dos.

02 agosto 2016

MALA SANGRE (CAP 32)

Doce de la noche en Israel, no es navidad, son bombas azotando casas.
Mala sangre tiene ganas de morir en la noche de Domingo y ser velado el Lunes amaneciendo. Es cruel su soledad de pelusa en  terciopelo, su molestia no la menea ningún viento y solo sabe absorber luz de luciérnaga.
Doce de la noche en mi cuartel inhóspito abrazando alegorías y tarareando melodías.
La ventana cala hondo un sentimiento añejado, el sol le ha dado duro todo el verano y tanta lluvia paralizó sus bisagras. No cierren ventanas que la lluvia empieza.

09 agosto 2015

LAS CENIZAS QUE NO SE LLEVA EL VIENTO CAP (30)


He vuelto a relatar, a escribir porque me conmueve. Proliferan las bacterias, remodelo el techo de mi casa y evito los ruidos constantes. Me quedé dormido entre las palabras de este cuento, el huracán de Tokio, el nido vacío del ave que ya nació y los besos de abuela Elisa siempre formaran parte de mi espíritu. El otro día, en mi dormido coma inducido soñé con Luciano. Su pie de elefante me presionaba el pecho otra vez y al terapeuta le dije que superarlo no puedo.

Pasó un tiempo desde las citas buscando amor y cuando me llegó no me llenó.  Aún sigo viéndome vacío, como el rio. No estoy perdiendo mi tiempo,  sigo aprendiendo, sigo dormido.

No logro ser mejor persona, me cuesta ser algo que no soy. No sé qué es ser feliz, ¿Ud. Sabe que es ser feliz? soy un adjetivo peyorativo, un montón de manojos nerviosos, cayos mentales y sincericidios crueles. 

Lo conocí una tarde noche de verano frio, lo busque en la terminal de ómnibus, conté treinta y cinco pesos en mi bolsillo antes de tomar un taxi para llegar a tiempo. Ya estaba ahí con cara de preocupado. Estuve allí con cara de asustado. Una sonrisa me mantuvo observándolo mientras me acercaba para saludarlo por encima de su mejilla.  Aquella noche no quiso volver a su casa, nos enamoramos dos días después y luego no nos separamos más.  Quinientos días a mi lado bebiendo del mismo vaso lleno, comiendo porquerías, dándole medios besos porque si, siendo el rey de la fidelidad. Ya no quiero quinientos un días porque las mentiras y traiciones no se las lleva el viento.

Cuando el cadáver es muy pesado luego de cremado las cenizas no se las lleva el viento.

A mi edad, veintiocho pero llevo vivido cien, hay ciertas cosas que en mi currículo no caben.

Todos los seres en este planeta y los que vendrán también están destinados a algo. Quizás yo a no ser amado sino odiado.

Una misión oculta existe y debemos cumplirla. Si llegás a descubrir tu misión y la cumplís, vivirás una reencarnación una vez muerto. Los malos no serán excluidos porque cuando el cuerpo muere no hay dos puertas, una clara y una roja. No hay filtro UV ni colador de café. Todos entramos por el mismo sitio. Una única puerta color negro que cuando la atraviesas y caminas el kilómetro del limpio con tus papeles a cuestas allí recién ves la luz.

Quedas por un momento encandecido, todo huele a océano y se puede oír el crujir del pabilo de alguna vela encendida, quizás acabando. Hay como una especie de neblina que se corre al dar tus pasos, apresurada no quiere que la pises, como si caminara sobre agua que se divide en dos abriendo paso y peces saltarines van de un lado al otro formando un medio círculo, como la aureola de María cortada el medio.  Si tienes hambre no tomarás con ambas manos un pez.

Quedan tres meses y doce días para nacer nuevamente. Me acobija un vientre perfecto, afuera debe ser verano, agua de mar choca sobre la panza de mi progenitora, ¿Cómo me llamarán? ¿Tendré padre presente? ¿Cuna de oro o moisés? No lo sé, no me importa.

05 noviembre 2013

IT´S NOT YOU, MAYBE IT´S ME (CAP 29)

Sobrevuelo los ríos de mi campo, el viento despeina mi barba que adolece su condición de ser nueva sobre mi rostro, precavida se amolda a mi pescuezo sigiloso. Voy en silencio de bosque, silencio que otorga, silencio de pudor. Soy ave canora que nació en el cubico de un centro clandestino de aquellos años en donde todos éramos personas con corte en las actitudes, en las decisiones y en la lengua.
Mis padres fueron las rejas de acero color nublado, la carcasa de una almohada, el frio húmedo de las paredes descascaradas y las interrogaciones diarias sobre mi identidad sexual.   
 Tengo miedo al éxito, los laberintos están dentro mío y las salidas también, se de todo esto. Se que soy mi propia trampa, que pienso y digo una cosa y hago otra. Peleo por lo que quiero hasta que lo obtengo, una vez en mis manos lo desecho porque me aburre tenerlo. Después que no lo tengo lo extraño y me arrepiento. Medito una próxima oportunidad, me afianzo a la idea de no cometer el mismo error y habiendo aprendido según nota mental cometo exactamente el mimo error. Busco lo que quiero, lo consigo, sonrío y después me aburro.
Caminaba de regreso a casa una madrugada y divise una marcha zombi, caminaban como yo y hablaban en códigos, me detuve un momento y me introduje veloz a su peregrinación. He pasado desapercibido, quizás por mi cara, quizás por mi apariencia Drácula, me sentí como ellos.
Suelo auto convocar una reunión de amigos y llamo minutos antes para avisar mi ausencia, a veces no aviso que llegaré una hora después, otras directamente desaparezco y apago el celular.
No sucede nada, yo soy de esta manera y no voy a cambiar porque de alguna u otra manera a mi modo soy feliz.
Hace tiempo que no  revolotean recuerdos de Luciano y de papá Martin inclusive. De a ratos me entrego a la melancolía para encontrarme con abuela Elisa, valla cuanto la extraño. Ella sabia tanto de mi como yo de se de ella, me gustaría visitarla hoy en su jardín de jazmines, tomar  té y dejarme abrazar por sus manecillas arrugadas de amor. ¿El amor arruga? , depende.
Acá no tengo en que sostenerme, dije mientras viajaba en el transporte que me lleva a la ciudad donde trabajo, me reduje a  mirar por las ventanillas pensando en el afuera.
A veces los asientos de las hamacas solitarias de aquellos barrios en donde ya todos son adultos y los niños solo las mecen los Domingos cuando visitan a sus abuelos, esas hamacas que miro cuando voy de regreso a casa en el bus, esas que parecen tristes, de cadenas de hierro fuerte que ya no se fabrica, en ellas cuando quiero caminar de regreso a casa encuentro sostén, sonreí aliviado.
En el amor el problema evidentemente soy yo siempre porque busco cosas tan puntuales en el otro que de cada diez candidatos llego a cita solo con uno.  Se me mira raro porque digo lo que pienso, después se olvidan.  Decir lo que pienso en una cita no es lo mismo que decir lo que piensas en un debate de política. En la cita se define el futuro de una posible relación, es un colador, vos si, vos no, el que sigue por favor.
Acá hablar desde el corazón, entusiasmado, ruborizado porque después de la cena las velas de mesa siguen encendidas te convierte en raro. Quien está del otro lado quiere terminar la copa y pedir la cuenta para llevarte a la cama. Gracias por la invitación pero no puedo, siempre miento.
No quiero caminar sobre ningún riesgo, despertar desnudo envuelto por la cobija de su cama luego de aquella cita, mirar el reloj mientras el continua durmiendo y hacer algún ruido para que despierte, no saber si debes irte o quizás te invite a desayunar. Si despierta y te abraza fuerte con media sonrisa picara quizás es buena señal. Si despierta y se levanta apurado, cambiándose con lo que encuentra en el suelo, quizás sea escena del “debes irte”.

Después del debes, ¿como se sigue? , caminando sobre el riesgo que acepte luego de acostarme con el, quizás fue solo acostarme, quizás me devuelva la llamada mas tarde porque le deje dos mensajes en el contestador, quizás esté muy ocupado, quizás esté en su casa tomando sol, quizás se halle levantándose apurado, cambiándose con lo que encuentra en el suelo después de alguna cita que no fue la mía.  Quizás no sea el, quizás sea yo. 

19 julio 2013

DISOLUCIÓN DE DEUDAS CON DIOS Y CON EL DIABLO (CAP 28)

Soy el ministro de luz que atiende la hipocresía de la gente que vive entre la oscuridad.
Si la poción con veneno hubiese sido real, Romeo muerto por amor regresaría en mi cuerpo para buscar a Julieta, matarla y luego así llevársela con él.
Soy el que lo ve todo, guerrero del bien que reina con la corona de Cristo que beso María mientras sudaban sus pechos turgentes luego de hacerle el amor de imaginación.
Si fuera usted no enviaría esa carta que escribió como despedida porque no es momento de despedirse, no es el momento de decir adiós. Nunca es el momento adecuado, jamás podemos decirnos, “llego la hora”.
El reloj corre sin escándalos, es una máquina, nosotros no. Yo no soy una máquina.
Aprendí a rezar con calma, con intenso amor por las plegarias. Aprendí a rezar y no por necesidad, no solo lo hago cuando  necesito rezar, si no cuando mi rutina del largo proceso con el que me he comprometido necesita que rece para liberar males. ¿Cuál es tu compromiso diario?
Estoy comprometido a rezarle a Dios para que me de fuerzas, pues aún sigo sin equilibrio, aun mi balanza no soporta, no marca este peso, soy demasiado para su soporte. ¿Dónde puedo pesar lo que siento?
Entre la claridad de mi enfermedad, sé lo que está bien para mi vida y se lo que no está. Eso sí es importante, porque sabiendo lo que tengo, cómo se cura, dónde y con quien hablarlo me hace sumar un padre nuestro a cada rosario. También se cuál es mi adicción y como trabajar duro para salir de esa etapa.
El problema se radica cuando no sabemos qué nos pasa, cuando no podemos describir con una palabra lo que sentimos, ni el porqué de tal cosa.
He pensado más en la muerte que en el amor, pues sé que si no tengo amor estoy muerto. El amor nos cura de todo mal, es la única medicina capaz de salvarte. Un abrazo es capaz de hacerte vomitar agua negra, agua estancada, agua salada. Agua desde las entrañas, quiero un abrazo.
Estas cosas se hablan, se cuentan y por nada en el mundo se guardan. Hablar también cura, hablar tiene en la punta de la lengua la solución. Podemos estar manejando un tren, nosotros somos la máquina de adelante y por cosas de la vida nos ataron vagones llenos de cargamento pesado. La máquina pide más leña, necesita aumentar la velocidad, no hay más madera para quemar en su caldera. ¿Se queda la maquina en el camino?, no. El maquinista, un señor sabio, que no necesariamente es un hombre viejo porque sabe, sino que es joven y sabio porque aprendió a tomar decisiones correctas, quito el encaje que une la maquina principal del tren a todos los vagones con cargamento pesado, y cuando quito “eso” que unía, dejo atrás “eso” que le impedía avanzar libre, el humo de vapor se convirtió en blanco, era limpio y puro. Tan bello que se amisto con las nubes.
Avanzar es mover o prolongar hacia delante, progresar o mejorar.
Me telefoneo mi padre, eran las ocho de la mañana y lo hacía para preguntarme si ya había conseguido empleo. Antes de presionar send, pensaba en lo molesto que podría ser para el decirle que aún estaba sin trabajo. Ignacio, hijo estoy preocupado por ti. Parecía una grabadora de algún buzón de mensajes. ¿Hola?, ¿papá como estas?, dije como si no hubiese oído su primera frase. Mi voz dormitada, de esa que es imposible eludir como despierta. ¿Ignacio estas durmiendo todavía?, ¿acaso no tienes que estar buscando empleo?, con tu madre estamos preocupados por tu futuro, no estudias, no haces nada de tu vida. Mi padre, continúo hablando unos minutos más como en conferencia de prensa familiar. No me dejaba hablar, debía escucharlo sin interrumpirlo porque suele ponerse de mal humor muy rápido y allá con él, estaba mi madre que tampoco debía tener ganas de acompañar ninguna cara de pocos amigos. Cuando dejo de hablar le dije, he buscado empleo todos estos días, lo vengo haciendo a menudo pero no me llaman para entrevistas, por complacer tu tranquilidad he buscado cualquier tipo de trabajo, así no tenga que ver con lo que me gusta hacer  a mí, así tenga que ir llorando a cumplir con mis horarios. No quiero estar haciendo un trabajo que no me gusta, porque sé que si lo tomo lo voy a dejar en menos de 20 días. Quiero, a mi edad, poder elegir lo que quiero hacer, quiero a mi edad, poder contar con tu apoyo para mis propios emprendimientos, yo soy quien maneja su futuro y tengo una gran carrera por delante, pero si en casa, ustedes y mis hermanos me van a cuestionar todos los días de mi vida como llevo adelante mi vida, porque a mi edad, es mi vida, pues no me darán ganas de cogerte la llamada otra vez, le dije casi llorisqueando.
Nuestros padres, en su mayoría, quieren para sus hijos una vida economía y social mejor o parecida a la de ellos. Generalmente intentan hacernos ver errores que ellos cometieron a nuestra edad, pero ellos no ven los errores que cometen a sus edades.
Yo sé, que para ser rico o tener una linda casa no hace falta estar todos los días, de todas las semanas, ocho o más horas en una oficina para poder tener eso que deseo. Nuestros padres quieren lo mejor para sus hijos, pero a veces eso que quieren no siempre es lo que sus hijos quieren y no siempre es lo mejor para ellos.
Aun se piensa que hay que estudiar una carrera de grado o universitaria para ser exitoso en la vida, pues no están equivocados. Encontré una forma de estudiar, de aprender y generar dinero sin ir  a la universidad y eso que hago se estudia también, pero claro, es según para muchos algo que no tiene futuro. ¿Pero que es el futuro? El futuro es eso que  hablan mucho los adultos, eso por lo que están tan preocupados, es eso en que ponen sus energías a menudo olvidándose del presente, vivimos el presente no el futuro. Todo eso que vendrá más adelante se puede prevenir, claro que sí, pero nunca sabremos si será realmente como lo planeamos, porque planear el futuro en estos días es perder tiempo y  no ganarlo.

Preocúpate por mí si ando vagabundo, oscuro, sin habla, sin sonreír. Preocúpate por mi sin me ves sin proyectos, sin autogestión, sin visión. Preocúpense por mí si me ven solitario, disminuido en peso, triste y sin presente, sin presente.

02 abril 2013

UN ADELANTE PARA ATRÁS (CAP 27)



Estar pendiente de algo o alguien nos enferma el cuerpo, no vuelve dependientes de una situación que generalmente no termina en buenos términos. Paula, tú sabes que hace muchos años que me guardé en el atelier porque no había ningún hombre que me interesara, y si por alguna calle me encontraba con alguno que era apuesto al poco tiempo descubría que era solamente apuesto. A los hijos hay que alimentarlos y educarlos, pero con lo apuesto morirían de hambre. A mi edad, ese hueco que es el del amor por llamarle así lo limpie, desinfecte y lo alquile para hacer fiestas todos los días, y me olvide luego de su raíz.
 Una noche hermosa, de esas de verano, había una fiesta allí dentro y estaban mis amigos bailando entrelazados, los amigos de los otros y yo. Justo antes que la música pare, tomé un megáfono y saque a todo el mundo a la calle, fuera de aquí todos, necesito mi hueco de nuevo, creo que llegó alguien. Di media vuelta y ya no estaban.
 Con el espacio vacío, tome coraje y deje entrar a un invitado personal. Había olvidado como era tomarse de las manos, como era caminar a la par con alguien y hablar al mismo tiempo, había olvidado hacer el amor, empezaba de cero para empezar de nuevo. Cuando conocemos a alguien, tratamos de no cometer los mismos errores con el anterior porque según nuestra mente ya tendríamos que haber aprendido de eso. Somos seres racionales que saben que está bien y que mal, sabemos donde no poner los dedos cuando hay fuego por todos lados.
Dra, yo soy reincidente y lo se, pero me tocan todos los dolores en el mismo sitio, en realidad me tocan todas las enfermedades ya enfermas, es como si las atrajera, como si mi nombre fuese, vengan hacia mi. Me encuentro rodeado de personas que no se atreven a construir ni si quiera un jardín, son alérgicos a las flores, los arboles, a la vida en conclusión.
No te confundas, yo no quiero nada porque no puedo en este momento darte lo que buscas, susurró él después que le preguntara porque vivía tan ocupado y yo tan desocupado. ¿Lo que busco?, ¿que sabe el alérgico al amor lo que yo busco?, nada. Presupuse cuando no me respondía las cartas, cuando no respondía la llamada, cuando tardaba demasiado para hilar una frase de cosas que estaban dichas, pero sin embargo me dispuse a continuar arreglando el jardín paciente, cambiando las flores naturales por las artificiales, cambie las aves por grabaciones de pájaros cantantes, me amolde a su alergia y armonice su vida en la mía, después, mas tarde oí de su letra, adiós. 
Siempre estuve al último de su día, al último de sus llamadas, de su cena, de sus fiestas. Al último queriendo ser al menos el antepenúltimo, porque soy yo quien le hace el amor, porque no quiero ser la última pitada de tu cigarro. 
Después mas tarde oí de su letra, adiós. 
La marea sube, la montaña también. 
El agua sube, no tengo sed. 
La esperanza que tenia, la perdí. 
Corrí tan rápido para no llegar tarde, me lleve gente por encima mientras intentaba decirles a mis piernas que se apresuren, con las dos manos a la altura del pecho como aletas de avión pude llegar hacia la cima donde estaba la gente que eché de mi rincón. Entren por favor, entren, dije. después de ellos ingresé hacia allí dentro, y mis ojos desorbitados te encontraron otra vez. Sonreías desde lejos sobre un halo de luz que sobresalía de ti. Me acerque por un abrazo y me diste dos, me avanzaste con un beso y te di mi corazón. Caen estrellas de papelitos desde arriba mientras me sueltas de la mano, mientras voy encogido de hombros lloroso a la pista. 
Después mas tarde oí de su letra, adiós. Di un paso adelante para volver atrás, para volver hacia donde siempre estuve, la soledad.
"Se alquila eterno espacio para fiestas"

Los sonidos me traen

a la pista en tren
Los labios turbios me hacen
besarte y dejarme caer.
Cabeza abajo, manos y brazos también
van y vienen nuestros pies
mirarte sin besarte hasta las seis.
Crema para tu piel
devorando lo que antes imaginé
sin esconderte mis huesos
sobre tu perfume me amarré.
Corazón quitando su coraza
luna plena todas las noches
huracán que pasa y te trae
a las doce te veré.
Música que nos gusta
envoltura sobre sabanas duras
suspiro y alegorías
historias de fotografías.
Amor perfecto
plural de afecto
té inglés con invierno bisiesto
diccionario, pasaporte 
caminar por Berlín.
No te vayas
no me dejes aquí
estoy en la pista
traigo melodías de Jazmín
el humo parece neblina
el flash aerotransporta
tu belleza
tu sonrisa
para otra vez mirarte sin besarte hasta las seis.


Y mientras el no lo acepta y no se hace cargo de lo que creo entre los dos, el amor y el cariño crece y después cuando es muy muy grande no cabe en ese espacio que creó.

11 marzo 2013

EL VACÍO DEL RÍO (CAP 26)

Las sensaciones son escenas teatrales donde todo lo que sentimos es acto de nuestra imaginación. Las sensaciones no forman parte del conjunto de los recuerdos porque estos son acciones vividas en un tiempo pasado. Preparar lápiz y papel para decir lo que siento es una sesión terapéutica en donde mi corazón escarcha se descongela a veces o se hiela otras. Estoy de acuerdo en reafirmar que una sensación es una forma de expresar mental y corporalmente algo momentáneo, pero, ¿de que me servirá lo que es fugaz y nunca formará parte de mis recuerdos luego?, aquello que quizás no es real, no es tal cual yo lo imagino ni tampoco irá acompañado de agua lluvia, agua que humedece la ciudad para después subir a las nubes de otra forma para volver a humedecerla mas tarde. Después de pensar con el corazón en el microondas, sin el dije, si prestáramos atención a cada segundo de nuestros días, quizás tengamos en frente posibles respuestas de todo aquello que cuando sucede no tiene en su caja una explicación inmediata y razonable. Entonces con el órgano descongelado, en su temperatura natural lo introduje en su cavidad nuevamente, para con el, limpio, sano y sin hielo emprender el camino de la comprensión neutral de las cosas para que en un presente y futuro no volver a pisar sobre las huellas de todo ese trayecto que hice y no quiero volver a transitar. Tener la sensación de algo es una señal, es un llamado de atención que nos precave sobre algo que puede ocurrir como lo sentimos o que solo nos introduce apenas a lo que será. La sensación no es lo mismo que un presentimiento, la sensación es un campo de estudio que en general se considera el punto de partida para la investigación de los procesos mentales o cerebrales. No todos los seres humanos tienen la capacidad de investigar por si solos sus sensaciones, esto, va mas allá de las galaxias y generalmente tiene un mensaje claro que nos permitirá, si somos los elegidos en leerlo y aplicarlo a nuestra vida. Yo se lo que sucederá conmigo y con lo que me rodea, tengo la sensación clara sobre el iris y el miedo sobre las pupilas. Tengo las pestañas hacia abajo y el parpado con candado. Los oídos sordos de día y agudos de noche, tengo las ganas con olor a baúl de madera vieja, caja que guarda el tesoro del cambio. Tengo el mapa, voy a desenterrar todo lo que necesito, quiero llenar el río vacío. Quítame esto que llevo en la mente, dame una razón grande como la carpa de un circo, una razón que me permita creer que esto no terminará despidiéndonos con postales de la ciudad que tanto quieres conocer en el otro lado del continente, la ciudad donde la nieve es césped de los caminos en primavera. Ven hacia la cascada de mi vida y llena mi rio vacío, estoy sobre el tramo mas alto de la montaña, mi rio vacío necesita recuperar su naturaleza divina que perdió con años seguidos de tormentas secas. ¿Traes agua para el rio?, tienes aquello que quiero. Quiero sembrar paz sobre tu boca que no se equivoca cuando pronuncia mi nombre, paz que no quiere guerra, no tengas miedo no se venden balas ni cañones con dinamitas. ¿Tienes la misma sensación que yo?, investiga tus sensaciones, yo conozco sobre ellas, son las mismas que tengo yo. Ven, dame la mano, ahora abrázame, no caigas sobre mis pies, no te pises. Ve despacio hacia la cintura, respira profundo, imagina, déjate llevar, ¿sientes algo?, la sensación del rio llenándose me dijo. Se abrió la compuerta, viene bajando veloz, el agua baja con fuerza, trae piedras y peces, colores y sabores, oro y espadas, agua salada y batallas ganadas. No te detengas, espera un tiempo antes de entrar a nadar sobre sus delfines, el anfibio debe acomodarse, la grapa debe reposar sobre la profundidad y para cuando el agua permanezca clara yo estaré sobre una canoa con remos esperándote, uno para ti y otro para mi, ¿tienes ganas de remar?, vamos, recorrámoslo.

02 enero 2013

POS OPERATORIO (Cap. 25)

Su corazón dejo de latir, sus ojos dejaron de observar las mañanas de su jardín. Su despedida estuvo escasa de lágrimas, ella hizo buenas cosas antes de viajar. Organizo a sus hijos, me visito en mi nueva casa y hasta se percató de alimentar a Rima, su gata blanca. Sobre su cama hecha, como con una sonrisa, como con un hilo de dialogo que se mantenía en el aire cuando la mirabas, ella se fue de gira y en ese debut de otra dimensión, todas las puertas se abrieron en las calles aledañas para despedirla. Todo lo que sucedía en mi vida, tienen un porque. A veces muy difícil de comprender, otras lógicamente entendible. El fin de algo para el comienzo de algo mejor o de otra cosa. Debo construir eso mejor que quiero para mi vida, debo expandir mi mente y trabajar duro para extirpar pensamientos y recuerdos benignos. Como cuando diagnostican cáncer. Cruel, duro y de batallas sin espadas. Sometiéndome de ahora en más a curas con incencio, respiraciones profundas y alineamiento de mi estructura. Corazón, mente y cuerpo. Perder sin haber aceptado las reglas habiéndolas leído es esperar que el juego acabe mal en cualquier momento. Sin aviso, en un día hábil o de puente, pero yo gane la partida de ajedrez más larga de esta etapa de mi vida, una partida contra tres reyes, cuatro torres, nueve caballos y veinte alfiles. Ilegitima partida. Mi escuadrón de hierro y oro blanco lucho contra tremendo batallón perdiendo en toda la jugada a gran parte de sus hombres guerreros. Justo después de un mal movimiento, mi Rey grito Jaque Mate. El tablero se cerró rápidamente hasta convertirse en un cubo del tamaño de una caja de fósforos. Sobre mi mano, lo lleve hacia mi bolsillo retirándome del juego triunfante para que catorce meses después entienda que rehacer viene de reconstruir, reciclar, remodelar, decorar. Rehacer mi vida significo empezar de nuevo en todos los sentidos. Empezar de nuevo rehaciendo lo que se hacer con lo que tengo o con lo que me quedo. La palabra rehacer, no debería existir. No podemos rehacer nuestras vidas con lo que quedo porque ahí estamos utilizando todo lo que nos dejaron para decorar algo que queremos convertirlo en nuevo. Para empezar de nuevo, se empieza de cero, sin absolutamente nada. Allí, en ese ámbito cero, nuestra mente construye pensamientos nuevos con cosas nuevas, que van desde los objetos, la ropa, los muebles de casa y hasta las sabanas. A diferencia de otros casos, como el de una mujer que quedo en la calle porque el ex marido le quito legalmente después de juicios todo lo que construyeron como familia sin saber este que le estaba haciendo el bien, le estaba dando la llave secreta del empezar de cero. Yo me quede sin nada inconscientemente de a poco. Luciano me dejo la alcantarilla repleta de deudas, tarjetas de crédito con mora, y un sin fin de inconclusos numero con negativo adelante. Vendí, cada uno de mis muebles para pagar aquello, todo lo que equipaba nuestra casa se fue en una mudanza por menos de la mitad de su valor. Así, sin darme cuenta, me desligué de todo lo que teníamos. Mientras esto ocurría, en aquel nuevo hogar intentaba rehacer mi vida. Entonces siempre erraba sobre lo mismo. Quería reconstruir con cosas que solo me anclaban a seguir remodelando, y en realidad lo que yo debía hacer es básicamente empezar de cero. Sobre esa etapa, conocí muchos hombres dispuestos a rellenar mis recovecos, algunos me dejaron, otros y en su mayoría los dejaba yo cada vez que aparecía Luciano. Sí, nos vimos infinitas noches sobre mi cama, cansados de hacer el amor como a nuestros otros se les antojaba, cansados de no ser entendidos, cansados de comida delivery, cansados de masajes de spa. Enfermos los dos, nos extrañábamos. Nos necesitábamos algunos días para seguir viviendo hasta que aparecían los otros en nuestros caminos. Si tuvieses el pelo como antes quizás me enamoraría de vos otra vez, me dijo entrelazado sobre mi cuello, atado de cintura con la mía. Me deje caer una lágrima pidiéndole que se vaya, estamos haciendo las cosas otra vez mal. No quiero perderte, nunca volveremos a ser como fuimos, porque el tiempo ya paso, respondí mientras cerraba la puerta del ascensor. Tres días después pase por su casa y estacionado estaba el auto color plata que reconocí anos atrás fuera de nuestra casa antes de separarnos. Por mi culpa, por mi maldita culpa, dije. Sigo intentando rehacer esto con los materiales y el polvillo que dejo el Huracán de Tokio. Yo soy el único responsable, el único que tiene el poder, la facultad y la necesidad de cambiar. Fina la línea que separa del mapa las ciudades del volver a empezar y empezar de cero. Estoy sobre la cordillera, un pie aquí y el otro allá. Debo caminar por la ciudad de empezar de cero y construir muros para no mirar hacia atrás, para no escaparme, para no confundirme otra vez. Siempre que puedo, pienso. Siempre que estoy solo, lloro. Siempre que me gusta alguien, huye. Siempre que quiero, se acaba. Siempre cuando amanece, perdono. Siempre que me acuerdo, rezo. Siempre que me llaman, cuelgo. Siempre que me besan, muerdo. Siempre que te veo, siento. Siempre que respiro, vivo. Siempre cuando me hieren, olvido. Siempre que cosecho, talo. Siempre que sonrío, crezco. Siempre que me abrazan, vuelo. Siempre que me buscan, conquisto. Siempre que canto, razono. Siempre que hago el amor, repito. Siempre cuando tienden una mano, agradezco. Siempre que sueño, lo hago realidad. Siempre que me enamoro, tiemblo. Siempre que busco, desvivo. Siempre cuando pienso en el amor, imagino. Siempre que espero, tarda. Siempre que tarda, llega. Siempre que intento, gano. Siempre que conduzco, choco. Siempre que camino, sudo. Siempre que quiero empezar de nuevo, empiezo desde cero. Siempre que Siempre que Siempre que Siempre que Siempre que Puntos suspensivos.

20 agosto 2012

El Huracán de Tokio (Cap. 24)

Actívate con pasión un poco más, alimenta tu motivación, crece todos los días, genera nuevas ideas, conéctate con eficacia, construye puentes, busca un mentor, escribe un plan, sigue hasta el final. Crea confianza, alimenta tu fe, supérate un poco más cada día, planifica tus sueños y alcánzalos, tolera la frustración y construye tu felicidad. Vive sin mentiras, canta una canción, limpia tus sábanas, enumera tus fortalezas y trabaja en tus debilidades. Permite llorar sabiendo que estas eliminando toxinas, recupérate pronto. Tómate tu tiempo, súbete a un árbol, amígate con las aves. Siéntate, toma un té y continua viviendo. Leí los avisos de alquileres, me motive con el primero que vi. Fue destino. Una construcción hecha para mí. No tenia habitaciones, estaba compuesto por un espacio llano con amplias ventanas que iban desde el piso hasta el techo. Las paredes eran románticas, tibias de color champagne. Tenía la vista directo hacia las montañas. El piso 24 era su record, la torre competía contra otros, ganando el puesto al más alto y más seguro de la ciudad. Me decidí sin pensar más. Que bien se siente el cambio en puerta, solo pensaba en mi felicidad, por momentos tenia pensamientos egoístas. Sobre el día de mudarme, me deshice de todo lo que pudiera recordarme a Luciano. Basta de motivos para acarrear sentimientos tóxicos. Llevaba en las manos una enorme pena cada vez que me abalanzaba hacia los muebles para vaciarlos, el ropero, ya no llevaba camisas con su perfume, la cama ya no existía. Nueve cajas apiladas listas para viajar me recordaron a cuando el se fue. Arrepentido quise recuperarlo y corrí después que el cerrara la puerta y al llegar al ascensor este marcaba en su visor piso cero, allí supe que ya había partido. Repetí la escena como si estuviese viviendo ese momento. Regrese a mi posición en el suelo mientras terminaba de pintar el ultimo sócalo. Mi comportamiento era bipolar, estaba feliz porque daba un gran paso y angustiado porque abandonaba otro. ¿Que es lo que quiero en verdad entonces?, me cuestione otras centenares de veces. Necesito comportarme firmemente y no anclarme, entonces espere el camión de mudanzas. Elisa se hallaba pulcra de sonrisa, enérgica sobre la vereda de mi nuevo hogar. Jalaba de la cuerda para desatar el nudo, cuerda que sostenía el escritorio para que no cayese durante el trayecto. Estaba desesperada por darme ese abrazo que se hizo esperar tanto tiempo. Olía a rosas de su jardín. Me prestó bellos recuerdos. Me contagió su energía de ganas, ganas de equipar la sala, ganas de colgar un cuadro, ganas de poner música, ganas de reírme todo el tiempo, ganas de oír noticias de casa, ganas al fin. Abuela Elisa, traía consigo ganas de quedarse conmigo. Quería ser mi madre de nuevo como de pequeño. Que bien me hace. Durante su estadía aprovechó para visitar a sus viejas amigas que no veía hace muchos años. Amigas que ni yo sabía que existían. Fuimos de compras, hablamos después de cada café. No hubo día que no llamasen desde su casa para preguntar como estaba, que cuando regresaría. De inmediato les colgaba a sus hijos y nos mirábamos picaros explotando en carcajadas. Bueno creo que es hora de volver a casa, parece que no hacen nada sin mí, esta bien, puse cara de pocos amigos. Viajó de regreso. Su visita había sido como vacacionar lleno de buenos momentos en dúo. Me despeje la mente, pensé en otras cosas, en cuando era niño y ella cocinaba tortas conmigo por ejemplo. La realidad es que ahora debía enfrentarme yo solo a esta nueva vida, sin relojes, sin sonidos extraños. La música fue mi gran sostén, recupere el habito de bailar y poco a poco rehíce mi grupo de amigos. Resistí a continuar faltando a mi trabajo, allí es donde todos me avanzaron con un abrazo de bienvenida. Esto anda bien dije. Aunque me haga el fuerte, aunque me vista de súper héroe, aunque investigue sobre la amnesia, aunque muestre simpatía en mi oficina yo no dejo ni un segundo de pensar en el. Hay partes de piel rajada que la llevo guardada donde no se ve, hay deseos de sus besos sin importar con quien este, hay un viento fresco que quiere que nos roce a los dos. El amor es tan simple de describir, pero solo aquel que haya bebido del amor sabe formular la oración correcta que lo define. ¿Estaré enfermo de amor o solo estoy acostumbrado a vivir a su lado?, es muy común confundir los sentimientos físicos y mentales. Es decir, si me voy de casa voy a extrañar a mamá, si me separo de mi pareja también voy a extrañarla, es normal. Pero el punto esta en saber si extraño a tal porque tenia la ropa limpia, porque me ayudaba con la tarea o porque lo amo. Lo que puede parecer amor quizás solo sea una sensación que solo el tiempo develara su significado. La diferencia de extrañar por acostumbramiento a extrañar por amor es muy fina, pero existe y no se debe confundirse jamás. Los libros de autoayuda no me sirven, se parecen mucho a los programas de televisión en donde plantean el sufrimiento como la causa del malestar. Oiga, yo no estoy sufriendo, solo necesito ayuda, una segunda opinión, dijo una creyente. Pague un diezmo de sus ingresos y rece tres ave María, se escuchó en la sala que estaba llena de peregrinos esperanzados. Di media vuelta y vomité sobre el cobertor de la cama. Enseguida cambié de canal. Me encontraba embriagado con una botella media vacía, la luna no me dejaba el rostro totalmente a oscuras, encendí seguidillas de cigarrillos y el humo disperso me prometió tranquilidad. La calle que veía desde el ventanal quería descansar, los perros arrastraban los residuos lamidos por los lobos que bajaban a esa hora desde la montaña. Me mantuve inquieto mientras transcurría la madrugada de Noviembre, mi vaso pedía más de la botella hasta recibir la peor noticia que se me anticipo bien temprano. Yo lo sentía, la vi entre mi humo, tomó de mi bebida y piteo de lo ultimo del cigarro. Mi madre no se atrevió a llamarme, me dejo un mensaje en el contestador. La Abuela Elisa había muerto.

10 agosto 2012

Guerra, Pecado y Significado (Cap 23)

Mi comportamiento dejó claro en la oficina durante semanas que algo no estaba bien dentro y fuera de mí. Me dije que lo peor ya había ocurrido, pero ¿podría pasar algo más después de esto? Siempre las situaciones se superan una con otra, escuche algo superador de mi anécdota y no me asuste. Se me llamó a la sala de reclutamiento de personal, en cuanto me senté, el jefe de área se levantó para llamar a María con grito de sargento desde el pasillo, la psicóloga. Estaban ellos, yo y mis dos manos debajo de mis piernas en aquella silla, mis ojos no hacían foco sobre lo que observaban, solo miraban borroso. Ellos hablaban, no oía que, quizás no quería oír. Sonaba música que solo yo escuchaba. Un chasquido frente mío me despertó. - Le pido por favor que no falte más, llega tarde y su desempeño esta por debajo de lo aceptable. Piense que todos tenemos problemas, queremos verle siendo otra vez ud. Retírese y vuelva mañana. Tome mi música, caminé con pasos cortos, Salí hacia la calle de regreso a casa. Llegué, y antes de ingresar me frenaron los pies sin que les de la orden. Gire 160° y volví hacia la vereda, di diez vueltas a la redonda antes de decidirme ingresar nuevamente. Reconocí que mirando hacia arriba se puede descubrir edificios que siempre estuvieron y que nunca antes los había visto. Hay más gente allí, en aquel de la esquina. Señalé un último piso en donde, desde su balcón caía feliz una enredadera colmada de frutos florecidos. ¿Quien vive allí?, debajo del cartel luminoso de publicidad. Esa luz rosa titilante, que bella se ve de noche. Continúe caminando. Estamos tan interesados por encontrar dinero en el suelo que llevamos la cabeza gacha, la calle no es una mina de minerales, no hay oro ni diamantes por doquier. Queremos llegar rápido al trabajo, vivimos tan de prisa, hablamos sin pausa, comemos tan veloz que olvidamos lo que hay en el plato. Hemos dejado de mirar a los ojos, ya no se dice, ¡Buen Día!, ya no se pide disculpas cuando tropezamos sobre el pie de alguien. Estamos tan sobre el segundo que nos olvidamos del minuto, de la hora y del día. Antes de cruzar la calle marcando verde y sin esperar a rojo el semáforo, me dije, mas vale perder un segundo en la vida, que la vida en un segundo. Sonreí al mirar los rostros apurados de aquellos que cruzaban cuando no se debía. Vivimos en una Metrópolis, allí retumbó la frase de mi jefe, “todos tenemos problemas”. Quiero que el mío deje de ser uno más. Se me dibujó otra sonrisa arriba de mi tristeza. Antes de poner un pie sobre la alfombra deje la puerta abierta, mire hacia ambos lados, quería sentirme seguro de que Luciano no estuviese allí. En cuanto respire aliviado cerré dejando la llave en cruz. Debo tomarme un tiempo para pensar que hacer con todo esto, necesito plantarme firme y descartar la posibilidad de cualquier otro episodio. Es difícil pretenderme fuerte cuando aun me duele el pescuezo, me es difícil no llorar ahorcado a mi almohada cuando pregunto porque me ocurre esto a mi, pero de inmediato digo, ¿porque a mi no?. Me telefoneó mamá, antes de decir hola se escuchó, ¿Estas bien? Hablamos de todo un poco, menos de eso. Propuse mudarme y abuela Elisa organizó visitarme para ayudarme, quería supervisar ella misma donde y como viviría. Quiere verme bien, antes de colgar me preguntó por el, me quede en silencio y antes que yo respondiera dijo, les envié una carta, ¿les llegó? - Colgué sin despedirme. Me despegue del teléfono dejándolo caer, corrí hacia el buzón de cartero, entusiasmado revise la correspondencia en busca de la carta hasta encontrarla. Llevaba su perfume, era su letra. Mi querido Ignacio; Espero que lo estés pasando cada día un poco mejor. Yo creo que lo conseguirás como lo estas haciendo hasta ahora, con sacrificio. Ignacio, como siempre cuentas con mi apoyo en tus decisiones de hacer tu vida. Siempre que sea para tu progreso personal. Lo que me haría muy feliz es verte estudiar tal como lo charlamos. Yo te quiero mucho y acepto de tu decisión de vida personal. Solo te repito que te cuides mucho y abrí tus ojos en cada paso que te toque dar. Te mando dos mantas, de las que he tejido yo. Te cuento que tal vez viaje a visitarte, eso, si sigo bien de salud. Para tranquilidad de todos ya esta resulto. Decime que te hace falta y si yo puedo te resuelvo tus problemas. Cuídate mucho y no te olvides que aquí hay una viejita que te extraña mucho y te quiere un montón. Envíale muchos saludos a Luciano. En cuanto pueda te llamo. Un beso grande de tu Abuela Elisa. Una madre sabe cuando un hijo esta en peligro por mas distante que se encuentre de el, es un presentimiento, una señal que la lleva a recordarlo. Me leyó la mente, supo entenderme sin necesidad de emitir palabras delatadoras. Solo el café negro mantenía mis signos vitales en regla, mi adicción por la oscuridad y la pereza acaparaban las 36 horas que tenia mi día. Trabajaba tres de cinco días a la semana. Si llegaba a horario me retiraba antes, y viceversa. Cuando estas depresivo abres la ventana, ves lo bien que se ve afuera y la cierras para no contaminarte porque aunque quisieses no puedes estar bien. Recibía visitas cada tanto atendía a la puerta, cada tanto la escuchaba. Un día sin recordar cual, encendí la cafetera eléctrica como todas las mañanas, mas bien como todos los días sin recordad que hora. Abrí a dos aguas los cristales quitando el cobertor de ellos y deje penetrarme por el sol. La piel cambio de color, circulaba aire cálido, de verano. Los hombres llevaban shorts al cuerpo, se ejercitaban a trotes sobre el césped de la plaza de enfrente. Pude divisar sobre uno de ellos la gota de sudor que resbalaba por su cuello. Enérgicos levantaban sus piernas para no perder el ritmo, se palpaban los abdominales y continuaban sudando. Mis sentidos llevaban binoculares, receptaban hasta la respiración. Me excité e inquieto, llevé mi mano allí abajo. Sin desnudarme acaricié mi pecho hasta erizar mi pezón. Entré en calor como si estuviese allí afuera, con ellos. El mas esbelto se quitó la camiseta y elevó su botella de agua fría hacia la cien, humedeció cada parte de su cabello. Parecía una roca, el agua se hizo cascada, el agua recorría sus recovecos, mojó su short blanco. Me sostuve sobre el cristal empañado de mi ventana, había humedad. Mis manos a pasos agigantados provocaban ganas de querer ir por el. Necesitaba apegarme a su boca para mordisquearla con mis dientes, lo mire secando su espalda contorneada de músculos, me sentí flotando, fantaseé sobre su pelvis. Explayé por completo, caí sin paracaídas y me emocioné al verme resucitado.

04 agosto 2012

El Suelo de Atraversiamo (CAP 22 )

El ring del timbre que escuché sonaba nervioso, tres zumbidos consecutivos de llamada apurada desencadenaron en pensar que cuando vives en un piso alto te sorprendes cuándo llaman a tu puerta antes que a tu portero, entonces me acerque con ese sentimiento al abrir mientras quedaban inconclusas seis copas sobre la mesa junto a un panecillo de anís que acompañaría la cena con mis amigos esa noche. Sin mirar por el cerrojo abrí la puerta y de inmediato me explotó todo un cuerpo sobre el mío. Luciano ingresó brusco, tal como cae bolsa de cemento sobre el hombro de un obrero, violento como viento que cierra ventanas de lata. Lo mire sin poder creerlo, dio dos giros de llave, la quito y la guardo en su bolsillo. Sus manos, frías, mas pequeñas que las mías, me ahorcaron entrecerrando el ingreso de oxigeno. Me vi obligado a permitir estamparme contra la pared, me vi amarillo como ella. Voy a matarte, voy a vengarme, voy a despellejarte, amarte, tocarte, violarte. Voy a hacerte pagar todos los daños, todos los dolores, todos los desamores. Se fruncían los músculos de su rostro al mismo tiempo que se rayaban maxilares y premolares. Acelerado, sin drogas en el cuerpo, sin alcohol, dinamita detonada por la rabia y la ira manejada por el diablo, por algún justiciero de alcantarilla, por algún abogado desempleado, me empujó, me tiró, me zamarreó, me subestimó. Me levante y caí, rendido agobiado por sus golpes. Le miraba para encontrarme dentro de sus ojos, pero él llevaba los ojos para atrás, blancos, ya tú sabes. Formaba parte de la alfombra y olía a sangre mía. Llevaba trece cortes en mis brazos, seis dolores diferentes, nueve marcas de sus dientes, catorce pisotones en mi cara y una herida lógicamente localizable. Mi garganta gritaba hasta quedarse muda, mis ojos eran satélites sedientos de libertad en pleno desierto. Intentaba buscar un hueco para huir como si mi casa fuese una cárcel, la cocina una celda y el piso el banquillo de algún juicio. Mi juez era él y mi único testigo era Dios. La ventana estaba abierta, corrí desesperado para llegar a mi meta de atleta como si kilómetros me separaran de ella, llegué y grité tan fuerte como pude, sentía como se desgarraban mis cuerdas vocales, sentí vértigo cuando me percate que él estaba otra vez sobre mí. Ya me tenía amarrado desde el cuello. ¿Quieres saltar?, ¿Quieres saber a que huele el piso de allí abajo? Estoy aquí porque Te Amo, porque me perteneces solamente a mí, dijo sin vergüenza. Yo no lograba hilar ni una palabra con éxito, él me pedía que dijese algo, que respondiese a sus preguntas. Estaba atrapado, no me dejaba salir, sólo buscaba que lo perdone, que lo ame. Buscaba hacerme sentir todo el dolor que él llevaba en su pecho desde que terminamos nuestra relación infernal. Esto ya había pasado antes cuando vivíamos juntos pero en menor intensidad, claro. Todo empieza con algún agravio verbal o alguna verdad perforadora de corazón. Entonces cuando logras equilibrar la conversación y una de las partes entendió que se equivocó, que dormir con tres hombres después de una fiesta, que llevar la imagen de alguno de ellos en tu celular no es correcto ni aceptable cuando llevas tanto tiempo en familia. Si no me quieres pues dímelo así puedes dormir con cuantos tú quieras y así llevar sin culpa la lista de promiscuidad en tu espalda. Si no me quieres de verdad como dices cada vez que te arrodillas para pedirme perdón después que descubrí alguna mentirilla mas, dímelo así puedes filmar tu decima película porno mientras lo haces con él en mi cama. Fui oportunista un segundo en su descuido mientras encendía su hierba. Me encerré en el baño. Estaba desarmado, en estado de pánico. Recuerdo haber quitado los espejos porque no quería verme. Cayeron al suelo convirtiéndose en partículas de brillo sobre la ducha. Abrí el grifo y con agua fría circulando entre mis recovecos me adueñe de una esquina dentro de la bañera. El desagüe se llevaba en remolinos mi sangre escamada. El tinte rojo circulaba sobre el agua acumulada alrededor mío. Hacia frío y recordaba el calor que sentía cuando dormía a su lado. Era reconfortable aliviar mi tembleque sólo con la mente. Por momentos oía caer los cajones de mi armario. Algo, él en la sala buscaba. El agua seguía corriendo, mis dedos estaban arrugados, señal que ya llevaba bastante tiempo en el agua. El encargado se seguridad llamó a la puerta, Luciano dijo: – no hables, ni grites porque voy a tener otro motivo más para matarte. Llevé las manos hacia mi boca para no emitir ningún sonido. Abrió la puerta, el guardia pregunto por mí: – ¿Está Ignacio? Lo buscan en la sala de ingreso, agregó. -Ignacio no está, salió y no volverá hasta más tarde, respondió. Me desmaye. Revoloteaban las cortinas de la habitación, rodaban en el suelo las copas entre sí. Veía luz de sol por la ranura de la puerta. Había amanecido y no se oía ruido alguno que me lleve a pensar que Luciano estaba aun allí. Salí del baño con miedo, miré hacia ambos lados. Me sentía veterano de guerra, dentro todo era un caos. Las paredes estaban escritas. “Sé que he obrado mal, sé que he perdido a un gran Hombre, por todo eso me voy”. Me paré sobre un costado, todo giraba. Se me presentaban pantallazos de lo que había sucedido. Adolorido, llorando arrepentido y con culpa rezaba en voz baja para que Dios me salve. El dolor más grande es el que viene de la rama del Amor. Me dolía el Amor porque no comprendía por qué tenía que pasar yo por esto. Yo me separe amando viralmente. Me separé porque los celos sin motivo de él hacia mí nos volvían distantes, toscos. Sólo nos encontrábamos cuando hacíamos el amor. La persecución más grande en su mente era la sobreprotección, él no quería que yo le hiciese lo mismo que él me hacía. Yo jamás, si le amaba. Llegué a concluir que quizás se me estaba castigando por haber abandonado a mi familia, a mis hermanos aquella vez que me fui de casa para amar con paz. Reciclé el resumen y me dediqué a comunicarme con mis amigos. Deberían de estar preocupados. Noté que se había llevado mi teléfono celular entre otras cosas de valor. Me senté en las sillas de todas las casas, mis amigos lloraban conmigo. Tenía marcas por todos lados. Debía hacer la denuncia, esta vez no podía pasar como si nada. Junté todas las veces que me había hecho algo parecido durante los cinco años de relación y me dirigí hacia el cuartel de Familia. Hablé serio, dije la verdad. Estuve cómodo, no sentí vergüenza. Vengo a denunciar a mi ex pareja, se llama Luciano. Les observé los rostros, ningún policía hizo gesto de burla. Di por noticia que no era el único que pasaba por esto. Cientos de casos por día se presentan, me sentí aliviado. ¿Quieres que apliquemos Ley sobre él? ¿Quieres que no pueda acercarse a ti dentro de los cien metros a la redonda? – Quiero vivir en paz, no quiero morir, dije. Caminé de regreso a casa, limpio, decidido a enfrentar todo lo que vendría. De a ratos lo imaginaba preso, en el suelo de alguna celda. Me dolía el pensamiento. Mis diamantes no son de plástico, mi oscuridad tiene luz y mi vida no esta devaluada. Saldré de esto como he salido tantas veces, encendí un cigarro y cruce todos los semáforos en verde.

19 junio 2012

Lungs (Cap 21)

Una lamparilla, luz tenue, luz que de a ratos se vence. Un teléfono desconectado, cables color carmesí entre mis piernas, llamadas en espera, postales y cuentas vencidas. Amígdalas inflamadas, fiebre alta como las nubes de cuentos, susurros verdes como manzanas, escalofríos de historias con hechizos, peso en descenso, nidos de aves, huevos de cocodrilos. Luz que amenazaba hasta que se apagó, agua desde el techo, goteras desde mis ojos, jaquecas en las puertas, aceite de cabellera. Silencio de montañas, viento de barrilete, dolor de esguince, inflamación de cobarde, infección de mala praxis. Soledad sobre mis muebles, costados cubiertos por medio cojín, espacios sucios, polvo de aserrín, larvas que arrasan, moscas en mi nariz. Doce golpes sobre mi puerta hasta que se me recoge por la fuerza. Ocho días después desperté sobre la cama de mi habitación, Paulina tomaba de mi mano, boquiabierta y un tanto emocionada, - Al fin despertaste, estaba preocupada, no me atendías las llamadas y vine a buscarte. ¿Que paso? - Luciano se fue, recuerdo que después de que se marchara el coche cerré las ventanas de la habitación mientras se esfumaba el humo negro sobre la calle de aquel Chevrolet. Caí rendido sin poder diferenciar si aquello que sentía era felicidad o tristeza. - ¿Estuviste todo este tiempo encerrado verdad? - Si. Valla duelo, dije apenas me repuse. Sin desviar mi atención sobre lo que había pasado me decidí a olvidar todo para empezar a reponer fuerzas. ¿De donde sacaría tal cosa yo si había perdido todo?, ¿Cómo se sigue?, no lo se, aprenderé. Cuando nos separamos debemos reconstruir todo ese muro que se derrumbo mientras estábamos comprometidos con el amor. Los amigos, la familia, el trabajo. Cada uno de ellos según su orden de prioridad, según nuestra necesidad. Debo reconocer que lo que mas me costó fue recuperar a mis amigos, algunos estaban y otros no. Algunos portales no se me abrieron nunca mas, algunas cerraduras dejaron ver quien tocaba la puerta y enseguida velozmente se me abrazo con calidez. Me he permitido emocionarme todos los días, he perdido poco a poco la vergüenza que tenia por lo que había pasado, esa vergüenza de abuso de poder, es una vergüenza diferente, soberbia de personalidad arrogante. Cada vez que se me preguntaba por Luciano, enfrentaba mis labios con mi boca para que dijesen la verdad. Note con disimulo que ahora mas de la mitad de mi entorno opinaba que él nunca fue para mi, palabras como, Yo sabia que algo pasaba entre ustedes, siempre dije hay algo que no me cierra de él y nunca me agradó se subrayaban entre otros adjetivos. Puse cara de aceptación y me retire sumiso. Recompuse en todo este tiempo la relación con mis padres, nos telefoneábamos mas seguido y Elisa me enviaba cartas con recortes de las rosas de su jardín. Transcurrieron treinta y tres días, hasta que tocó mi timbre.

15 abril 2012

Besos y Porros (Cap. 20)

Cuando uno está convencido que el amor es real, cuando está viviendo con plenitud y sin vergüenza se aferra al otro diciéndole todo el tiempo que lo ama, cuando uno se acostumbra a la piel de cordero no le da igual abrigarse con una de lobo. Cuando se vive todo eso se está viviendo de verdad. Y cuando no es así,¿como se vive?, De mentiras. Con Luciano las cosas en cuestión de convivencia va de a ratos bien y de a mucho mal. Aquí no juega ninguna ficha el cariño que os rodea, aquí juega de qué modo nos vemos todos los días, a toda hora, en la misma cama, sobre la misma mesa, en la misma sala, con la misma intensidad de la bombilla de luz. El, acostumbrado a vivir de noche, yo a dormir a las 22 horas. A veces, siento que esto es un partido de futbol, yo soy los diez jugadores y el solo interpreta al árbitro. Debes hacer las cosas de este modo, la comida tiene mucha sal, no me gusta la música que escuchas, el baño esta mojado, odio a tu madre, quien te ha llamado, porque llegas a esta hora, no me gustan tus amigos, no estudies, no gastes más de la cuenta, no salgas, vive para mí que yo vivo para ti. El amor era ciego, me había acostumbrado a vivir de una forma ilegitima, de un modo que me encerraba en cuatro paredes. Estoy lejos de casa, lejos de las estrellas también. Quiero hacer el amor y hoy está lloviendo, quiero decirle que lo amo aunque estemos distanciados. La primera vez que me levantó la voz hasta hacerme llorar fue cuando noté que él era tan mío como yo tan de él. Todo era válido. Cuando ambos nos pertenecemos no permitimos que terceros interfieran, no abrimos las ventanas por miedo a que entren mariposas negras. Siempre y cada segundo de todos los años a su lado le he sido fiel hasta en los sueños. El único nombre que pronunciaba era el suyo, la única sonrisa que me hacia reír era la de él, el único perfume que me trae su rostro a mi mente era el suyo. Aquel primer grito se fue transformando en varios gritos profundos de palabras violentas, sangrientas. Me amoldé como pude, le conté cuentos de príncipes como los recordaba, le bese el pescuezo todas las mañanas antes de ir a trabajar. Siempre traía dos, dos chocolates, dos osos, jamás ha faltado su obsequio. Yo caminaba sobre la calle de tiendas y pensaba que le podía regalar hoy. Vivía por el amor que le tenia. El amor era como vivir en invierno, cae nieve a toda hora, me va tapando, no puedes salir. ¿No es suficiente todo lo que hago por ti?, le pregunte cuando descubrí que me había sido infiel. Todos los e-mails impresos sobre la mesa, que es lo que ha pasado para que dejes mi corazón sobre la boca del lobo, le grite. Tomé las hojas y las pegue una tras otra sobre la pared del cuarto. Las leí hasta aprenderlas de memoria. Me atravesaba fuego por la boca hasta reconocer que no podía dejarlo ir. Lo amaba. ¿Hasta cuanto uno puede aguantar por amor? Lo he perdonado 12 veces, buscando yo mi error constante. Obstruido por los pensamientos, golpeándome la cara, cavando hondo sobre mi pecho, observando mis actitudes. Al final de cada día todo era igual. El equilibrio que daba luz a la balanza entre nosotros tenía roto uno de sus ejes, entonces había una esquina de ella que pesaba más que la otra. Qué haremos con nuestro hogar ahora, le pregunte. Lloraba velozmente, apasionado a su calidez de hombre. Le tomé del brazo hasta que me dijese porque ya no me amaba. Mira a tu alrededor, esta casa está construida con nuestro esfuerzo, hay que desarmar la cama, no puedo perdonarte esta vez. Nos trenzamos entre nuestros puños, quedé destruido en el piso, me pateo la cabeza cuantas veces pudo dar golpes su pierna derecha. ¿Quieres matarme?, le dije. - Luciano, quiero matarte. Eres mío, me pertenece cada parte de tu cuerpo. No voy a dejarte ir. - Ignacio, como puedes decir que me amas y meter en nuestra cama a otro hombre. Como dices con tanta seguridad que no me dejaras ir cuando ya me he ido. Separados definitivamente, el en nuestra cama, yo mirándolo desde el cojín tirado en el suelo. Dos cajas con cuentos de príncipes embaladas listas para irse. ¿Y si aceptamos que nos llevamos mal y decidimos vivir infelices para toda la vida, solo porque estamos acostumbrados a vivir juntos?, me dormí tomándole la mano desde abajo. Casi sesenta días llevábamos sin hablarnos, tiempo justo para saber y entender que todo había terminado. Sabía que aquella otra persona que hoy le hacía bien, mejor que yo, lo buscaba después de sus clases de francés. Tomé coraje y fui detrás de el, quería conocer a quien había quitado todo eso que me pertenecía. Allí estaban, Luciano le sonreía tan perfecto. Di media vuelta y sin poder sostener los pies me deje caer sobre un banco. En cuanto pude me levante, consciente de la realidad. Aquella noche hablamos sobre que era hora que cada uno tome su rumbo, ya no podíamos vivir juntos. - Luciano, yo no puedo irme, no tengo a donde ir. - Ignacio, yo no puedo acarrear con dos alquileres, tampoco puedo irme. Decidió vivir con su amiga, preparó cada prenda, cada cosa que le pertenecía. Antes de la despedida, llegue temprano a casa para ayudarle, al entrar me dijo. ¿Podes esperar afuera?, estoy con mi novio. El vino para ayudarme. Casi desnudo en mi cama, estaba. Quise entrar para mirarlo, quería saber sobre que costado lo hacían. Quería estar ahí para preguntarle si sabia quien era yo, se me caía el corazón hacia el estomago. Me puse azul, aun lo recuerdo. Luciano me sostuvo llevándome hacia la puerta. Esperé fumando cigarrillos hasta que salieran. Me sentía sucio, me dolía verle llevarse la mesa donde comíamos, me partía ver como acarreaba la cama donde hicimos el amor durante mil noches. Se encendió el motor del coche, se fue.

20 marzo 2012

La Carta (Cap. 19)

Madre estoy embarazado de una situación que lo único que hace es confundirme. Estoy nervioso y preocupado porque no he pagado las cuentas del cerebro este mes también, y este sería el sexto atraso en lo que va del año. No consigo dormir cinco horas diarias, ya sea durante el día o la noche. He olvidado el cumpleaños de papá otra vez, veras es la segunda vez que me pasa. Creo saber por momentos cual es el motivo de mi confusión, y de repente lo olvido también. Ahora mis amigos ya no me llaman como antes, no me buscan porque he perdido mi casa. Se que algunos están de viaje y no volverán. Cuando salgo de noche media docena de rostros me toman de la mejilla para saludarme y pues yo pongo la otra mitad para equilibrar. Siempre debo estar con las costillas en los hombros, sonriente, perfecto, anonadado por cada vez que otra media docena de besos me toman la mitad de mi mejilla. Siento que cada noche es mi cumpleaños, madre feliz cumpleaños por cierto. Mi situación corporal hoy es complicada, no quiero preocuparte, me siento solo pero acompañado, me mezquino partes y luego me dan ganas de entregarme todo. Nadie más que yo sabe cuán especial soy, no puedo decirlo hasta que no lo hayas notado. Ya he dejado de buscar porque no encuentro, me vivo los días como si fuesen los últimos, intento reubicarme entre el montón, intento. Recorro los días a destiempo, cuando yo quiero, él no quiere, y cuando él quiere yo no puedo. No hablo de amor, hablo de lo que hace Dios conmigo. He sido golpeado con sus puños y besado con su boca de palabras sin diccionarios, no es que pose en victima mi figura, pues me está yendo mal y así voy quedando. Me llegan sus cartas, algún día responderé todas, algún día. Pero ha de perdonarme ud madre, que algún día es mi segundo nombre, aquí le va la primera. Yo quiero disfrutar de la piel cálida, de los derechos igualitarios, quiero llevar a mi hijo a la escuela, volar de ansiedad junto a su padre el día de su cumpleaños, tomar la primer fotografía a color, besarnos familiarmente los tres, pero no puedo embarazarme esta vez porque sabrá que querer es una cosa, poder es otra y soñar no cuesta nada. Si me lo habrá dicho tantas veces Elisa. Pensaran de mi qué cosa allá, digo siempre, no me interesa, me defiendo. Madre, ¿será que el recuerdo se olvida con otro recuerdo, que los besos nos hacen no olvidar jamás ese recuerdo? La despedida es la situación en donde una vez nosotros dos lloramos y quizás yo un poco más que ud, es ese recuerdo que me desarma en el piso y hace que mi voz se eleve entonando canciones de nuestras vacaciones. Cuando vuelva a ser yo, quiero que sea en otro cuerpo, con otras energías, así como le volvió papá en el cuerpo de otro. Reconozco que no soy perfecto, reconozco que aun me extraño sentado en la mesa los domingos, reconozco que soy una hormiga caminera que los ha dejado una vez y hoy por culpa de ello está en el desierto siendo enterrado por el viento que me va tapando poco a poco y que a veces cambia su dirección para quitarme de encima los minúsculos granos de arena, porque él sabe que me ahogo si no circula aire por mi espalda. Madre, me he propuesto cambiar. Cuide a mi perro, tengo que salir, pronto volveré a ser yo.

27 febrero 2012

La Mania (Cap. 18)

Aceptar tener una manía puede convertirse en un problema viral luego de asumir tal estado. Podemos hablar de manía como una enfermedad de grado, un estado irreversible, un acto inconsciente y hasta encontrarnos en el dilema de poder diferenciar entre la inseguridad y la manía. Ser inseguros es mucho mas complejo de lo que creemos y nos puede llevar cientos de líneas estudiar los motivos psicotraumaticos de un individuo inseguro. Suele confundirse y alinearse paralelamente con la manía, quizás esta sea una rama del árbol actitudinal, pero, son pocos los parámetros establecidos para decir que ambas son lo mismo. Algo cierto es, que luego de un estudio personal he descubierto que la inseguridad es la consecuencia de la manía. Es muy común remontarnos y detenernos en alguna escena para estudiarla, esto lo llamo autoevaluación, ejemplo claro de una personalidad insegura que la lleva a convertirse en maniática. Hay diferentes tipos, algunas actitudes son perjudiciales y otras, las mas sencillas, inofensivas. ¿Cuando sabemos realmente que es lo que nos beneficia y cuando no tanto?. Este planteo es sumamente importante, debemos aprender a ser capaces de diferenciar de inmediato estas dos opciones para revertirlas según sea positivo o negativo. Cuando nos encontremos varados ante la duda, es necesario detenernos un instante para analizar. Generalmente siempre un individuo cercano nos anoticia que somos de tal forma, nos ejemplifican la situación y es allí donde nos vemos enredados sobre esta hierba hereditaria. Verificar que he cerrado correctamente la puerta antes de salir de casa, empujando la puerta y jalando del picaporte dos veces rutinariamente es síntoma de una persona insegura, contrario es cerrar la llave central de gas antes de ir a dormir todos los días, acción que te convierte en maniático. Este es un claro ejemplo que una cosa te ha convertido en otra. En mi autoevaluación hoy he aceptado sin que nadie mas que yo lo note, que soy maniático a la soledad. No puedo dejar de estar solo. Es decir que, me encuentro en la búsqueda constante del amor y la felicidad. Esta búsqueda no es una necesidad, es una actitud que he adoptado porque he vivido mucho tiempo solo, sin sentir amor. Esto me lleva a tener una constante, me lleva a dedicarme maniáticamente a la búsqueda del amor. Nos podemos preguntar si se pierde la actitud una vez que, en este caso, yo me haya casado por ejemplo. Quizás la pierda, de no ser así jamás podre casarme y ser feliz. Antes mencionaba que esto puede ser beneficioso o perjudicial. Solo es cuestión de apuntar en nuestra agenda los pros y los contras. No moriré por ingesta de monóxido de carbono, pero quizás me quede soltero por el resto de mi vida. Nadie podrá ingresar a mi casa porque estoy seguro de haber dejado la puerta cerrada con llave. La habré cerrado bien, me pregunto. Me conmueve decir que somos participes de nuestro destino, algo tan mínimo nos puede dar o quitar algo tan grande. Esta en nosotros aceptar nuestra enfermedad y en lo posible intentar cambiarla, superarla y en el mejor de los casos exterminarla por completo. Evitemos que quede un vacio, un sector en nosotros sin eso que antes hacíamos o teníamos. No hace falta cerrar la llave de gas porque el especialista verifico que no hay pérdidas. Comprobé que si la llave gira dos veces la puerta esta completamente cerrada y he dejado de buscar amor porque la vida me regalo la compañía de un hombre grandioso, con el me siento feliz y hace un mes que estamos casados.

11 marzo 2011

Smoke Without Fire (Cap 17) "El Sueño"

Voy a contar la verdad de mi vida, voy a revelar la verdadera causa de este dolor, de este amor sin cuerdas, de este amor de guitarras.
Ese hombre no es mío, no me pertenece, lo se. Ese hombre no volverá a tocarme, lo juro, lo juro mientras corto mis venas, mientras tomo sin parar pastillas azules.
No estoy drogado sustancialmente, solo un poco quizas.
Juntos hemos pasado gran parte de esta vida fastidiosa, hemos llorado pecho a pecho algunas noches, hemos pasado hambre sin sentir vergüenza, hemos acarreado la carreta en nuestro propio casamiento.
Lo he visto crecer, lo he visto comer, bañar, lo he visto despojado todas las mañanas. Hemos mencionado para siempre muchas veces hasta que nos separamos, hasta que nos separamos.
Estoy derrochando sangre pura por toda la sala, voy y vengo, subo y bajo las escaleras alfombradas de lágrimas, arrastro en mi puño recuerdos de cuando yo era feliz, de cuando yo engañe a mi madre para volverte a ver. No necesito ayuda, así muriéndome estoy bien.
No quiero volver atrás los años, quiero despedirme plenamente amándote sin importar cuanta desgracia hayas traído a mi vida, sin importar que fui el único hombre que ha seguido tus pasos en todos los momentos de tu vida en este país, soy el único que después de tus abofeteadas he vuelto a verte y a decirte cuanto te amaba sin rencor, con la verdad, con la ilusión de no seguir facturando facturas vencidas.
Vi como caminabas tomado de otras manos, vi tus noches en la cama, te perseguí caminos enteros, fui, volví, y aquí estoy tirado sobre el lomo de mi caballo blanco que tengo en la sala, se tiñe de rojo, le faltan las patas.
Amor mio cuando has de volver de tu viaje ?
Amor mio cuando volverás a enviarme flores ?
Amor mio cuando viajaremos al norte de nuevo ?
Amor mio cuando recuperaremos lo perdido ?

Yo estoy tan solo, perdido en el absurdo de un amor amargo lejos de tu mundo, solo.
lloro si te sueño , tiemblo al ver tu cara, yo soy de mi dueño perra enamorada y solo .
por amor yo soy capaz de arrollidarme de pedir perdón, de dar la vida pero,
¿quién me curará?
¿quién lamerá mi piel? ¿quién? si me quedo solo, te necesito ya.
me abriré las venas, se cerrará la tarde al ver tu corazón de yeso regado con mi sangre
y abierto para darte así, sí, mi carne.
por amor yo soy capaz de arrollidarme, de pedir perdón de dar la vida
pero ¿quién me curará?
¿quién lamerá mi piel?
¿quién? si me dejas solo, te necesito ya.

Estas buscando algo en otro hombre, algo que no se que es, pero que yo tengo. Me abriré las venas hasta morir, hasta que vengas junto a tu esposo a mi funeral, me quedare solo en el infierno junto a dios por pecar, solo.
Amor, desde arriba voy a rociar con agua cada mañana tus jazmines, después por las noches bajare para hacer dormir a tus niños.
Se me caen las lágrimas.
El te da todo lo que necesitas verdad? te lleva de paseo en su hermosa nave, el te quiere, el te ama.
Cuando vivía en la tierra sin tu amor, vivía por vivir, amenazado con la ilusión de ser feliz con aquellos besos a escondidas del resto, cuantas noches has pasado sobre mi cama antes de ir a tu casa con el, cuantas veces has dicho que me amabas, valla recuerdos.
Hay una parte de la historia que no he sabido olvidar, pues el dolor es intenso en mi cuerpo, las heridas del corte en mis venas esta abierto, seco.
Si volviese, me reconocerías? voy a cerrar mis ojos sin llorar, acércate solo por este segundo y abrázame antes que tenga que partir nuevamente, inténtalo recordando lo bueno que éramos amándonos en el dos mil.
Amor mío, voy a olvidarte esta noche, voy a despertarme de este sueño para acabar con mi vida de verdad.

Prefiero rosas blancas, te amo.